Los jóvenes que hacen su experiencia vocacional en la Academia Montecarmelo de los Heraldos del Evangelio, aunque no profesan votos y se mantienen en el estado laico, procuran practicar en toda su pureza fascinante los consejos evangélicos. Guardan el celibato y viven normalmente en comunidad, en un ambiente de caridad fraterna y disciplina. Se fomenta una intensa vida de oración y estudio, siguiendo la sabia directriz del Papa Juan Pablo II: “La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión” (Christifidelis Laici, 58). Esta vida comunitaria está disciplinada por un “Ordo de Costumbres”, una compilación de reglas que con el paso del tiempo se ha ido estableciendo voluntariamente entre los Heraldos del Evangelio. Reglamenta, según el carisma de la institución, todos los actos de la vida cotidiana de sus miembros, desde el modo de proceder consigo mismo en la intimidad, pasando por las relaciones entre los hermanos, en público y, sobre todo, en los actos más solemnes del día en que se reunen para rezar, cantar el Oficio o participar en la Liturgia.

Rama Sacerdotal


Sin dejar de ser fundamentalmente un movimiento laical, el año 2005 nació en el seno de los Heraldos del Evangelio una rama sacerdotal que cuenta ya con 37 presbíteros y centenas de seminaristas y diáconos que, a su vez, se preparan con entusiasmo y rigor para recibir el presbiterato. S.S. Benedicto XVI aprobó recientemente la transformación de dicha rama en la Sociedad Clerical de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli, incardinada en la diócesis de Braganza Paulista (Brasil). Los Sacerdotes Heraldos ejercen su ministerio, preferentemente, entre los miembros de la Asociación, pero no obstante siempre están disponibles para colaborar en la pastoral local cuando párrocos u obispos así lo requieran. La Casa Madre de los Heraldos del Evangelio, residencia del Fundador y Superior General, Padre João Clá Días, se encuentra en Sao Paulo, Brasil, país donde tuvo su origen la Asociación.

La Primera Ordenación

En la Basílica de Nuestra Señora del Carmen, en São Paulo (Brasil), tuvo lugar la primera ordenación sacerdotal de quince diáconos miembros de la Asociación Internacional de Derecho Pontificio, en una ceremonia presidida por Mons. Lucio Angelo Renna, obispo diocesano de Avezzano (Italia), concelebrada también, por siete obispos y setenta y cuatro presbíteros de Brasil y de otros países de América Latina.

La misión de los Heraldos del Evangelio

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