Los jóvenes que hacen su experiencia vocacional en la Academia Montecarmelo de los Heraldos del Evangelio, aunque no profesan votos y se mantienen en el estado laico, procuran practicar en toda su pureza fascinante los consejos evangélicos. Guardan el celibato y viven normalmente en comunidad, en un ambiente de caridad fraterna y disciplina. Se fomenta una intensa vida de oración y estudio, siguiendo la sabia directriz del Papa Juan Pablo II: “La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión” (Christifidelis Laici, 58). Esta vida comunitaria está disciplinada por un “Ordo de Costumbres”, una compilación de reglas que con el paso del tiempo se ha ido estableciendo voluntariamente entre los Heraldos del Evangelio. Reglamenta, según el carisma de la institución, todos los actos de la vida cotidiana de sus miembros, desde el modo de proceder consigo mismo en la intimidad, pasando por las relaciones entre los hermanos, en público y, sobre todo, en los actos más solemnes del día en que se reunen para rezar, cantar el Oficio o participar en la Liturgia.

Encuentro en casa de formación de Santiago


El último fin de semana de junio, el sector juvenil de los Heraldos del Evangelio realizó un encuentro en la Casa de formación de Santiago. El tema se centró en analizar cuánto Dios nos ama a pesar de nuestra debilidad, y cómo Él nos llama a la santidad.

Además de los temas tratados y aprovechando la gran cantidad de nieve caída, se realizó una excursión hacia la cordillera. La esplendorosa montaña nos recibió con un sol radiante. Guerras de nieve, competencias e inclusive un interesante sketch se sucedieron durante la jornada marcada por la alegría.

Y para concluir dicha convivencia, el domingo 27 partieron para la ciudad de Casablanca V región atendiendo la invitación del Párroco Padre Reinaldo Osorio, donde el coro de aspirantes de los Heraldos animó la liturgia dominical.

Al finalizar la Santa Misa, los jóvenes disfrutaron de deliciosas empanadas ofrecidas por la Parroquia.

A seguir algunas fotos…





La misión de los Heraldos del Evangelio

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