Los jóvenes que hacen su experiencia vocacional en la Academia Montecarmelo de los Heraldos del Evangelio, aunque no profesan votos y se mantienen en el estado laico, procuran practicar en toda su pureza fascinante los consejos evangélicos. Guardan el celibato y viven normalmente en comunidad, en un ambiente de caridad fraterna y disciplina. Se fomenta una intensa vida de oración y estudio, siguiendo la sabia directriz del Papa Juan Pablo II: “La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión” (Christifidelis Laici, 58). Esta vida comunitaria está disciplinada por un “Ordo de Costumbres”, una compilación de reglas que con el paso del tiempo se ha ido estableciendo voluntariamente entre los Heraldos del Evangelio. Reglamenta, según el carisma de la institución, todos los actos de la vida cotidiana de sus miembros, desde el modo de proceder consigo mismo en la intimidad, pasando por las relaciones entre los hermanos, en público y, sobre todo, en los actos más solemnes del día en que se reunen para rezar, cantar el Oficio o participar en la Liturgia.

Natividad de la Virgen: Visita al Liceo Juana Ross De Edwards

Valparaiso, Chile.- En el día en que los católicos conmemoran la Natividad de la Santísima Virgen, los Heraldos del Evangelio visitaron el Liceo Juana Ross De Edwards, que está a los cuidados de las Hermanas de Santa Marta, en la ciudad de Valparaíso.
La llegada de la Virgen al colegio fue ocasión de gracias y de entusiasmo -- que ha quedado en manifiesto -- por el gran cariño con el que las religiosas, alumnos y profesores prepararon este homenaje.
El momento culminante del día, fue la coronación solemne de la Imagen Peregrina del Inmaculado Corazón de Maria, que fue realizada por Sor Marcela Rodríguez, Superiora de la comunidad y Sor Ana María Cañete, Directora del establecimiento. La alegría y el entusiasmo manifestados fueron tales, que muchos alumnos querían aproximarse de la Virgen para desearle el “feliz cumpleaños”. Otras personas, dejaron testimonios escritos como este: “Me encantó la experiencia de los alumnos por la coronación de la Virgen de Fátima y el entusiasmo que nació en ellos…”
Finalizado el homenaje de la Celestial Princesa, fueron distribuidas como recuerdo, fotografías de la Santísima Virgen; y en seguida, la Virgen Peregrina, recorrió las salas de algunos cursos, en donde se les dio la posibilidad de contemplarla más prolongadamente e inscribirse en los talleres de catecismo, deporte y música, que los Heraldos del Evangelio ofrecen en la V Región.

La misión de los Heraldos del Evangelio

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