Los jóvenes que hacen su experiencia vocacional en la Academia Montecarmelo de los Heraldos del Evangelio, aunque no profesan votos y se mantienen en el estado laico, procuran practicar en toda su pureza fascinante los consejos evangélicos. Guardan el celibato y viven normalmente en comunidad, en un ambiente de caridad fraterna y disciplina. Se fomenta una intensa vida de oración y estudio, siguiendo la sabia directriz del Papa Juan Pablo II: “La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misión” (Christifidelis Laici, 58). Esta vida comunitaria está disciplinada por un “Ordo de Costumbres”, una compilación de reglas que con el paso del tiempo se ha ido estableciendo voluntariamente entre los Heraldos del Evangelio. Reglamenta, según el carisma de la institución, todos los actos de la vida cotidiana de sus miembros, desde el modo de proceder consigo mismo en la intimidad, pasando por las relaciones entre los hermanos, en público y, sobre todo, en los actos más solemnes del día en que se reunen para rezar, cantar el Oficio o participar en la Liturgia.

Carta del Papa Benedicto XVI a los Heraldos del Evangelio

El Santo Padre agradeció, en términos afectuosos, las felicitaciones del Rvdo. P. João S. Clá Dias, presidente general de los Heraldos del Evangelio.

Con motivo de la conmemoración del tercer año de pontificado del Papa Benedicto XVI y de su cumpleaños, el P. João S. Clá Dias le mandó una carta de felicitación. El Santo Padre tuvo la gentileza de responderle con una afectuosa misiva, enviada a través de Mons. Gabriele Caccia, Asesor de la Secretaría de Estado del Vaticano.

Reverendo Señor,D. João Scognamilio Clá Dias, E.P.
Presidente General Heraldos del Evangelio
Viale Vaticano, 84 00165
ROMA
Secretaría de Estado Primera Sección – Asuntos Generales
Vaticano, 9 de mayo de 2008
Rvdmo. Sr.
El Sumo Pontífice Benedicto XVI recibió con agrado las calurosas felicitaciones, enriquecidas por las oraciones, que V. Rvdma., en nombre también de los Heraldos del Evangelio y de las Sociedades de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli y Regina Virginum, quiso enviarle por ocasión de su natalicio y del aniversario de la elección a la Cátedra del Apóstol Pedro.

El Santo Padre le agradece de corazón por el atento recuerdo y por los sentimientos de espiritual afecto y veneración que la acompañaron y, haciendo votos de una abundante efusión de dones del Espíritu Santo para una renovada adhesión a Cristo y un siempre más generoso servicio a la Iglesia y a la nueva evangelización, le concede de buen grado, a Vd. y a todos los que se asociaron a ese filial acto de homenaje, la solicitada Bendición Apostólica, testimonio de paz y alegría espiritual.

Aprovecho la ocasión para renovar mis sentimientos de distinguida consideración.
Su devotísimo en el Señor
Mons. Gabriele Caccia
Asesor
Fuente: Heraldos del Evangelio

La misión de los Heraldos del Evangelio

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